Paris est toujours une bonne idée
















































París siempre es una buena idea, ciudad inspiradora y bella donde las haya. Llena de disparidades, aunque nos intenten vender glamour y objetos chic por todas partes, contrasta con la cruda realidad. El resabido lema de la república "Liberté, egalté y fraternité" ha quedado obsoleto casi dos siglos después. Nada de eso queda en un bohemio París que vive de lo que fue y ya no es, rendido al capitalismo elevado a la máxima potencia y que en poco se diferencia ya al resto de las grandes ciudades, salvando su maravillosa arquitectura haussmanniana. Aquí, como en cualquier otra parte del mundo, sigue reinando el rico, el poderoso y el influyente, o al menos el que lo aparenta. El ambiente parisino deja mucho que desear, con sus gentes altivas y prepotentes. Aún siendo una de las ciudades más caras y duras del mundo, tiene un encanto muy especial, que te atrapa y no te deja escapar de ella así como así, al estilo de cualquier mafia. Te enseña a apreciar cosas que antes se tenían por sentado, como algo de lo más común y básico, comodidades que se daban por hechas y que se pierden en el intento de construir una vida mejor y llena de experiencias. A pesar de todo... Je t'aime, Paris. 

Estas fotografías pertenecen a mi serie Paris est toujours une bonne idée, realizadas durante mi estancia en la ciudad en la que no es oro todo lo que reluce, y en la que continuaré viviendo vete tú a saber por cuánto tiempo más. 


5 comentarios:

  1. Genial el texto, claro y conciso. Es lo que me imaginaba, no todo es de color Amelie pero el encanto y la inspiración los lleva intrínsecos.

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  2. Gracias, así es como veo que son las cosas, aunque habrá muchos puntos de vista diferentes

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  3. Gracias por captar de forma bella tantas imágenes contrastantes- Y tus agudas reflexiones que dan las fotos aun más perspectiva!

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